lundi 4 novembre 2013

El cielo está triste, el Sol le había abandonado. Sus gotas de dolor congeladas por la falta de ese cariño que una vez les hacía evaporarse de pasión, se adormecían una encima de otra, recubriendo tejados y balcones.

         " Por la ventana descuadrada se filtra un viento gélido que azota mi cuerpo
            tranformando mis suspiros en escarcha. A pesar del frío, dentro de mi
           corazón sigue con vida ese granito de Sol que sembraste. Esperando con
            ilusión tu regreso, esperando ser regado con tus abrazos ".

Daniel soltó el bolígrafo y dejó la carta encima del escritorio. Se acurrucó en el sofá, frente a la chimenea. El calor anaranjado de las llamas salía disparado rebotando por las paredes de la habitación donde un día la pasión con la que Johan le hacía el amor empañaba los cristales. Ese mismo calor conseguía que la esperanza de volverlo a ver, no se le muriera de frío.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire