"-Toma, para ti. Quiero que tus mariposas coman algo dulce cuando no estén mis besos". Le quería tal y como era. Sabía como hacerle feliz.
mercredi 24 septembre 2014
"A veces las historias no tienen un final feliz, hay que buscar alternativas para sobrellevar un silencio que empieza a calarte los huesos. A veces, llega tan hondo que te fractura el corazón, al más mínimo recuerdo. Pero ahí están las personas que como tú: irumpen de repente con cazerolas y sartenes para contrarestar ese silencio...una vez más...como en los viejos tiempos y a pesar de todo. Hasta que pueda coger fuerzas para volver a ser un adicto a los finales felices y a luchar para que los sueños se hagan realidad. Gracias, especialmente a ti, por haberte escondido cuando te espanté, en vez de desaparecer. Ahora no sé qué sería de mi, sin mi Ángel guardián".
samedi 20 septembre 2014
vendredi 12 septembre 2014
mardi 9 septembre 2014
Se despertó una mañana de invierno, los rayos de sol no asomaban aun por la ventana, se quedó pensativo en una cama que ya le quedaba bastante grande.
-¿Cómo pasan los años? Eh Mi Amor -sonrió-, el paso del tiempo se va esculpiendo en mi piel, ya me salen arrugas hasta en los recuerdos -Suspiró-.
Se hizo un enorme silencio en la habitación, solo podía oirse una respiración cansada y los latidos de un corazón que la vida dejó vacío injustamente.
-Yo ya he vivido mucho tiempo, cariño, es hora de reunirme de nuevo contigo. Cerró los ojos para poder volver a verle. Le sonreía, le estaba abriendo sus brazos, no dudó ni un segundo y se tiró a ellos.
Los primeros rayos de sol empezaron a entrar por la ventana, lo primero que vieron fue una enorme sonrisa dibujada en su alma. Su cuerpo no volvió a abrir los ojos, pero eso daba igual, el Amor nunca los llegó a cerrar. Desde entonces, no se volvieron a separar en toda la eternidad.
dimanche 7 septembre 2014
lundi 1 septembre 2014
Esa sensación. Como un mareo que le dio al verle dar vueltas como la primera vez. Un hueco se abrió entre sus pulmones que aceleraba su respiración, no sabría explicarlo pero ahí estaba otra vez y sus ojos se iban tras él. Ni siquiera la nube de polvo que el aire jugueteando levantaba una y otra vez, le impidió volver a sentirse así. De vuelta a casa, las farolas de la carretera desfilaban sobre el cristal de sus gafas y se reflejaban en su mirada. Eran las mismas farolas y ese mismo reflejo.
-¿Qué miras?
La primera vez solo había una sonrisa dibujada en su boca, una sonrisa que escondía algo más que unos dientes... No le di importancia. No quise dársela pero esas imágenes aceleraban mi ritmo cardíaco...Mi espíritu soñador me jugó una mala pasada, quería darme una lección, supongo, esta vez me recree en ellas, en cada una de las farolas que se reflejaba en sus gafas, en el brillo que producían en su mirada, en la música de los cascabeles de su traje que se unían al sonido de un motor que escondían de nuevo mi taquicardia. Cuando no, era un "nada" o eso creía yo. Solo la diosa Shakti comprendería la revolución que vino después. Mis sentidos me poseían. Mi vista, mi olfato, mi gusto, mi tacto gritaban: La estructura de sus huesos es perfecta. Esta vez con más fuerza. Ahora mi alma se esconde por los rincones de mi piel me señala con el dedo y me dice "es tu culpa, dejaste de soñar". Las aspas de un viejo ventilador de techo daban vueltas lentamente...Hariel podía estar en alguna parte.
-Búscalo, quizás esté perdido y necesita que lo encuentren. Le susurró el corazón de un solo latido.
Las aspas seguían dando vueltas, como si no hubieran perdido Esperanza.
-¿Qué miras?
La primera vez solo había una sonrisa dibujada en su boca, una sonrisa que escondía algo más que unos dientes... No le di importancia. No quise dársela pero esas imágenes aceleraban mi ritmo cardíaco...Mi espíritu soñador me jugó una mala pasada, quería darme una lección, supongo, esta vez me recree en ellas, en cada una de las farolas que se reflejaba en sus gafas, en el brillo que producían en su mirada, en la música de los cascabeles de su traje que se unían al sonido de un motor que escondían de nuevo mi taquicardia. Cuando no, era un "nada" o eso creía yo. Solo la diosa Shakti comprendería la revolución que vino después. Mis sentidos me poseían. Mi vista, mi olfato, mi gusto, mi tacto gritaban: La estructura de sus huesos es perfecta. Esta vez con más fuerza. Ahora mi alma se esconde por los rincones de mi piel me señala con el dedo y me dice "es tu culpa, dejaste de soñar". Las aspas de un viejo ventilador de techo daban vueltas lentamente...Hariel podía estar en alguna parte.
-Búscalo, quizás esté perdido y necesita que lo encuentren. Le susurró el corazón de un solo latido.
Las aspas seguían dando vueltas, como si no hubieran perdido Esperanza.
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