samedi 22 février 2014

Esa mañana no le habían despertado, ni los rallos de sol chapoteando en su almohada, ni los cantos de los pájaros que, de costumbre, le daban la bienvenida a un nuevo día. Esa mañana fue algo distinto, fue algo que procedía de su interior. Los latidos de su corazón pretendían huir de su pecho, pero en vano. Se levantó aturdido de la cama y se dirigió a la cocina a por un vaso con agua. Johan apareció de la nada.

- ¿Te encuentras bien? Preguntó Johan. Su voz calmó la marea de zumbidos. – Anda ven, que vas a coger frio.

Daniel se acurrucó contra él, los latidos dejaron de agolparse en su pecho.

- Tout va pour le mieux dans le meilleur des mondes possibles. Susurró Johan a su oído.
-  ( Suspiro) No me cabía la menor duda. Pensó Daniel en ese momento mientras se dibujaba una sonrisa en su mirada.

Je t’aime gritaron sus pulmones, aunque no lo habría oído seguramente, Johan lo sintió vibrar en lo más profundo de su ser.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire