mercredi 5 février 2014

El sábado llegó más rápido que de costumbre, las ganas e ilusiones lo arrastraron por los pies. Daniel, algo perdido, buscaba alejarse del baile macabro de aquellos abrigos que parecían burlarse de él. En la pista de baile, los altavoces recitaban encantamientos que hechizaban a todos aquellos que encontraba a su paso. Un universo de estrellas brillantes se deslizaba sigilosamente entre ellos, inundando la sala. Una de ellas se metamorfoseó en una minúscula motita de purpurina cargada de reflejos centelleantes y aterrizó en la nariz de Daniel. Suspiró y cerró los ojos un instante. La música comenzaba a retumbar en su cabeza, de repente una voz se dirigió a él.

- M’accorderiez-vous cette danse?
- Avec plaisir.

Tout de suite les deux jeunes se trouvèrent au milieu de la salle. Daniel se blottit et se colla contre lui, la tête posée contre son épaule.

- Tu t’appelles comment ? dit Daniel ému et très souriant
- Je m’appelle ….
- Disculpa, dónde puedo poner mi abrigo ?- exclamó un chico que acababa de entrar
- Euh…dámelo a mí soy el encargado de los abrigos.- respondió Daniel aun aturdido por el cambio de realidad.

Quizás no sepa jamás su nombre...en cualquier caso je l'attendrai dans mon coin bleu…

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