mardi 5 août 2014

Le prometió las estrellas. Esa misma noche se presentó con un tarro de cristal lleno hasta arriba.

- Haalaa! Exclamó Daniel. Su voz estaba llena de la dulzura de un niño pequeño al que le habían dado una bolsa de caramelos. Levantó la cabeza hacia Él y sonrió.

- Sólo tú eres capaz de ver el universo en mi mirada. Se decía así mismo mientras agarraba el bote.

Hay cosas que se tatúan sin tinta. Sólo con ilusión y un poco de magia basta.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire