dimanche 10 août 2014

Daniel tenía varios problemas, entre ellos, ser un soñador empedernido en busca de la posibilidad de realizarlos dentro de esta realidad colectiva. Ser un soñador no es el problema, el problema era volar demasiado alto y perder el hilo. Como una cometa que vuela a la deriva y ha perdido el contacto con la realidad. Para eso, estaba su Ángel de la Guarda. Siempre que caía, ahí estaba el para atraparle entre sus brazos y darle energía para que volviera a echar a volar. Jace.
Jace, además de un Ángel de la Guarda es un gran amigo. Siempre ha sobreprotegido a Daniel pues veía que nadie estaba a la altura de sus sueños, de sus espectativas y que tarde o temprano acabaría cayendo. Eso le impedía ver más allá, a veces. Sólo quería que Daniel no sufriera, se le partía el alma verle así. Consciente de ello y por el gran Amor que Daniel había vuelto a sentir le dijo :

-¿Sabes, Danel ? Siempre voy a estar ahí, nunca te voy a abandonar. Eres una trama desmedida que golpea mi imaginación con sus giros y retrocesos. No me da miedo tu verticalidad ni la vorágine de esperanza que desempeñas en esto del Amor pero no todo el mundo puede con eso y eso no quiere decir que él no te quiera con locura porque lo ha demostrado y estuve equivocado. Es una prueba de Amor diferente. Lucha, él se lo merece. Esto es nuevo pero no puedes perder a alguien solo por que te ama de una forma diferente. Mírale, se rompe por ti. Nadie se rompe por una persona a la que no le importas. El Amor no es cambio, es transformación. Buscar el equilibrio no quiere decir que pierdas tu esencia, es positivo. Yo estaré aquí para recoger los pedazos si fuera necesario. Él te necesita, y recuerda que cada forma de Amor es única y no por eso inferior. Te quiero y quiero que seas muy feliz porque te lo mereces. Se fuerte.

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